miércoles, 22 de mayo de 2013

Capítulo 5: ¡Hora de trabajar!


Después de la gran declaración de Mike, pasamos horas en la casa de sus padres. Me enseñó la casa de arriba a abajo, y me quedé sorprendida, al ver, que tan solo con una mano de pintura quedaría como nueva. Mike estaba más cercano a mí, no habían secretos entre nosotros, y eso, en cierto modo, nos había unido mucho más de lo que ya estábamos, solo que ahora, nos mirábamos con otros ojos.
Días después, Mike me pidió que le ayudara a limpiar la casa de sus padres y a prepararla para que él pudiera vivir en condiciones allí. Pensó que sería mejor dejar el apartamento donde estaba viviendo, e irse a vivir a su propia casa. Sin dudarlo, acepté encantada. Aquello, sería una fuente de distracción perfecta para no pensar en Alexa.

Días después, Mike había comprado pintura, productos de limpieza y algunos que otros muebles para cambiar por los más viejos.
Los dos decidimos empezar por las habitaciones, ya que sería lo mejor para que Mike pudiera mudarse en cuánto antes a la casa. Subimos los dos al piso de arriba, cargados de munición para limpiar todo aquello.
Empezamos por la habitación que había al fondo del pasillo, ya que él mismo dijo que esa iba a ser su habitación. Cuando Mike abrió la puerta, vi lo grande y espaciosa que era y entendí su elección. En la habitación había una cama de matrimonio, una cómoda vieja y un armario. Una ventana iluminaba toda la habitación. El sol brillaba con alegría por la mañana.
Empezamos sacando los pocos muebles y limpiando un poco el polvo de las paredes para que nos facilitara la fase de pintar.
Cuando estuvo medianamente limpia, entramos los cubos de pintura y los pinceles y me recogí el cabello en una coleta.
-Estás preciosa con ese mono vaquero y tu preciosa sonrisa -dijo Mike mientras me observaba.
-Me alegro de que te guste, porque vas a tener que soportarme hasta que esta casa esté en condiciones -sonreí divertida.
-Mmmmm... no sabes como me alegra la idea de verte y tenerte a mi lado todos los días.

Me acerqué a Mike con una sonrisa y le di un dulce beso en los labios que a los dos nos dejó con ganas de más, pero me detuve al pensar en todo lo que teniamos que hacer.

-Manos a la obra, preciosa -me dio un suave azote en el trasero y sonrió.

Abrí los cubos de pintura y me quedé mirándolo.

-¿Blanco? -pregunté alzando el entrecejo.
-Sí, cariño, le dará claridad a la habitación.

Sin dudarlo, cogí el pincel y me puse a pintar las esquinas, mientras que Mike, con el rodillo y con más destreza, pintaba las paredes. Al cabo de unos minutos, sentí que hacia falta algo, y divertida, bajé las escaleras y salí fuera de la casa, buscando el coche de Mike, que hasta hacía poco, no sabía que tenía. Abrí el maletero y cogí la radio que había cogido de mi casa. Con alegría me dirigí hacia la habitación.

-¿Dónde habías ido? -preguntó Mike curioso.
-A por un poco de vida -le dejé ver la radio y sonrió.
-Menos mal que siempre piensas en todo, pequeña.
-Ay... que harías tu sin mi -dije divertida.
-Espero no saberlo, cariño.

Sus dulces palabras hicieron que un escalofrío recorriera mi cuerpo y me entraran unas locas ganas de besarle  pero me contuve por la faena que nos esperaba.
Encendí la radio y conecté mi MP3, y con ganas busqué la canción de "You make my dreams" de "Hall and Oates" y empecé a moeverme con alegría mientras seguía con mi tarea de pintar.
Un par de horas después, con sus correspondidos descansos y mimos por parte de Mike y mía, la habitación estaba terminada. Las paredes de blanco no quedaban tan mal como yo pensaba, y los retoques que Mike le había dado en tono chocolate, ¡quedaban genial!.
Decidimos descansar y parar a comer, así que bajamos al salón, y limpiamos la mesa para dejarla aceptable y comer los dos.
-Buen trabajo, nena. No sabía que se te daba tan bien pintar.
-Aún te quedan muchas cosas por averiguar -le guiñé un ojo y le sonreí juguetona.
-¿Me estás provocando?
-¿Yo? No digas tonterías Mike, solo estoy pendiente del trabajo que nos espera aquí -dije divertida.
-Más te vale, preciosa. Porque ya me has distraído bastante mientras estábamos pintando.
-¡Pero si eras tu quien iba provocando! -rechisté molesta.
-Bueno, pequeña, dejémonos de discusiones, ¿preparada para el segundo asalto?

Me levanté de la mesa y me senté sobre las piernas de Mike. Asentí con la cabeza y le dí un beso intenso en los labios.

______________________________________________________________________________

Quiero darle las gracias a dos personas que comentaron aportando sus ideas para que esta novela siguiera.
1-Nutte-Lossa DyM
Aquí os dejo su blog: http://unahistoriadeamorbajolalluvia.blogspot.com.es/
2- Una más...
Aquí os dejo su blog: http://otrahistoriaporcontar.blogspot.com.es/
Gracias chicas! Millones de besos :)

No hay comentarios:

Publicar un comentario