Y entonces ella dice: ¡Pon verbos en tu vida!

Llegará un día en el futuro, en el que querremos dar una ojeada al pasado. ¿Qué sentiremos?

Yo... yo creo que sentiré nostalgia. Mucha, mucha nostalgia. Y también... también me arrepentiré de no haber disfrutado algunas cosas y de no haberlas hecho por motivos que para entonces serán demasiado estúpidos. Estoy segura de que también pensaré cosas como "Tendrías que haber disfrutado más esos momentos, como si fueran los últimos", "Eras joven, tendrías que haber hecho aquello que querías y no dejar que te ataran ni te amargaran" o "Que tonta fuiste en algunas ocasiones".

Entonces, me daré cuenta de lo rápido que pasa el tiempo, de que no se detiene ni un solo segundo. De que no se para un instante para que puedas coger aire y seguir adelante. 

Es por eso, por lo que debemos valorar cada día. Aprovecharlo, no desperdiciar nada, hacer lo que sientes  y como dice una amiga mía: ¡Poner verbos en tu vida! 

Al final del día, te sientes bien, realizada, motivada y contenta. Yo me siento así, porque no quiero pasarme el día tumbada en la cama perdiendo el tiempo. Ya no. Quiero hacer tantas cosas como pueda y así al final del día poder decirme a mí misma: "Hoy ha sido un buen día, lo he aprovechado al máximo y estoy orgullosa de mi misma, porque sé que puedo lograr aquello que me proponga"